Las provincias costeras andaluzas han sido tradicionalmente las favoritas para las vacaciones y el turismo nacional; y más recientemente, se han añadido todos los visitantes nacionales que buscan buen clima, buen ambiente y unos precios asequibles. Todo esto, unido a la calidad de vida de la que disfrutamos en estos momentos, hace que la población de mayores en la provincia de Almería sea muy numerosa; por ende, es normal que las autoridades se preocupen de realizar políticas sociales que den respuesta a todas las demandas de este colectivo.
Pero resulta que los abuelos y abuelas de ahora no tienen nada que ver con los jubilado/as que te encontrabas hace unas décadas. Aquellas personas mayores no tenían otro interés que cuidar a sus nietos, dar paseos por las tardes, jugar a la petanca o hablar con las vecinas sentadas en los portales. Sin embargo, todo eso ha cambiado: los hombres mayores ahora van al gimnasio, retoman los hobbies que dejaron abandonados en la juventud a causa del trabajo y la familia, viajan incansablemente y buscan nuevas amistades y conocidos; y las mujeres…
Las mujeres de la tercera edad sí que han dado un cambio radical en poco más de treinta años. Si eres aficionado al porno online, no tendré que contarte mucho de cómo las maduras xxx se han hecho con el monopolio de un montón de sitios webs que antes de dedicaban al porno jovencitas mayormente. Incluso se inventó la categoría de las «milfs«, mujeres maduritas que eran madres y amas de casa, pero que estaban follables que te cagas; unas tias experimentadas que pasaban de los treinta y que, a pesar de tener poco tiempo libre con sus tareas domésticas, siempre encontraban un momento para tener sexo gratis con cualquier pareja, ya fuera marido o amante.
Y aunque todo esto pertenece al mundo de la pornografía, la realidad tampoco se diferencia tanto, la verdad. Las mujeres mayores ya no son aquellas madres y abuelas que vivían encerradas en casa o que, aunque trabajaran, siempre estaban supeditadas a la autoridad un hombre, ya fuera padre, marido, cuñado o suegro. Hoy en día, hay mujeres emponderadas, muchas de ellas profesionales cualificadas, que han elegido ser esposas o no, pero que han llegado a la edad madura siendo personas independientes y autosuficientes; y solteras o no, estas señoras enfrentan la edad de la jubilación como una nueva etapa donde descubrir cosas novedosas. Se apuntan a clases de arte, o quizá al gimnasio, o quizá se dedican a hacer turismo… o a ver videos porno por internet, ¿por qué no?
Es por todo esto que el sexo en la tercera edad no es un tema baladí, sino que está a la orden del día para nuestros abuelos y abuelas. Las ganas de disfrutar del sexo no se acaban cuando llegan la menupausia y la andropausia: cambian los cuerpos, y solo hay que cambiar la forma del llegar al objetivo, nada más. El entretenimiento para adultos debería ser capaz de llegar a cualquier tramo de edad una vez cumplidos los 18 años; sin embargo, parece que eso esté vetado para todos aquellos de más de 60. Sin embargo, son muchos los profesionales que abogan por una vida sexual activa más allá de la edad madura, haciendo hincapié en los múltiples beneficios que tiene para la salud, no solo física sino también mental.
Así que es importante que les sigamos brindando a nuestros mayores una educación sexual adaptada a su edad, mostrándole quizá nuevas prácticas acordes con las diferentes afecciones que puedan ir apareciendo en su cuerpo a causa de la edad. Nunca podemos dejar aparte nuestra sexualidad, ni las ganas ni las maneras de vivirlas; solo estas últimas son las que debemos ir adaptando, y debemos dar ese aprendizaje a todas aquellas personas que lo necesiten.